Los estímulos avanzados por el BCE, lejos de animar a los mercados, han decepcionado y las bolsas europeas han sufrido un severo castigo. El Ibex ha cerrado en 10.418 puntos tras desplomarse un 3,12%, en la segunda mayor caída del año. Mayor ha sido el retroceso de la Bolsa de Milán, que se ha dejado un 4%. Algo mejor se ha comportado el mercado de deuda, con la rentabilidad del bono en el 2,11% y la prima de riesgo por debajo de 120 puntos básicos.  Mario Draghi ha desvelado que comenzará a comprar activos garantizados a mediados de octubre y lo hará durante, al menos, dos años para luchar contra el fantasma de la deflación. Con las medidas no convencionales el BCE pretende ampliar su balance en un billón de euros. Mientras, los tipos de interés continuarán en el mínimo histórico del 0,05%. Los dividendos de las grandes compañías del Ibex han sido determinantes en los máximos alcanzados por el Ibex con Dividendos, indicador bursátil que refleja la evolución del precio de las acciones de los 35 valores del Ibex junto con sus dividendos. Justo antes de confirmarse los nuevos planes del BCE, el Tesoro ha abaratado sustancialmente los costes de financiación de su deuda. Por primera vez ha pagado menos del 1% por sus bonos a cinco años, y se ha quedado a las puertas de bajar del 2% a diez años. La valoración de Virgin Money podría rondar los 1.500 millones de libras (unos 2.000 millones de euros), según los analistas. |
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